lunes, 23 de julio de 2012

Proyecto Novela fantasía

Si algo aprendió de sus sabios ancestros, fue que el tamaño no es requisito indispensable para albergar grandeza, que la belleza puede mostrarse a borbollones en la simpleza de una gota de agua, que el tiempo es tan efímero como las eras de la tierra o tan eterno como un atardecer reflejado en sus ojos y que en un mundo que se empeña en definir dimensiones, no hay nada más insignificante que la ambición del hombre, ni más infinito que el amor, que es principio y fin de todas las cosas.



 Y precisamente ésta, es una historia de grandeza, por ello se desarrolla en un reinado sumamente vasto y rico a sus ojos y en tiempo tan antiguo que ha desaparecido de la memoria de cuantos caminamos por estas tierras, pero que era gobernado por las mismas insignificancias e infinidades.



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La lluvia azotaba sin piedad aquel bosque de hojas gigantes y árboles cuya copa solo alcanzan los más osados de su especie, él mismo disfrutaba como nadie la imponente vista del valle que obtenía al posarse sobre las altas ramas de los pinos, y de la sensación refrescante del viento en su rostro, salpicándolo de diminutas gotas de agua que formando un espectro de colores escapan de la gran cascada y emprendían su viaje hacia el azul cielo, pero en ese momento las gotas que azotaban el rostro de Suk al rebotar con violencia en el escarpado suelo del bosque representaban una amenaza más de las muchas que sobre él se cernían.



Al igual que las sombras de la noche invadían y devoraban con rapidez la escasa luz que aún se percibía en el bosque, Suk sentía avanzar dentro de sí aquel oscuro sentimiento que amenazaba con apoderarse por completo de su ser, llegando a cada espacio de su cuerpo en forma de de dolorosas oleadas que le restaban fuerzas, le hacían volar a muy poca altura y con cada vez más dificultad. Sin embargo algo en su interior le decía que debía luchar contra ello pues aún cuando por sus venas corría bondad y maldad, desdén y piedad como en todos los de su tipo, sabía que a pesar de su naturaleza dual él era capaz de dominar con facilidad los arrebatos de ira y malignidad que tanto atormentaban a los otros, sin embargo esa labor le pareció más que imposible en ese momento por más que dedicaba todos sus esfuerzos en lograrlo; Tal era la concentración en ello que estuvo a centímetros de golpear de frente una gruesa rama cubierta de musgo que atravesaba el sendero la cual pudo evadir en el último segundo valiéndose de sus felinos reflejos, pero esa desconcentración en su labor de autocontrol se tradujo en un pinchazo de dolor en la cabeza que le hizo caer dando vueltas en el enlodado sendero.



 Con dificultad logró incorporarse, llenó el cuenco de sus manos con agua que caía resbalando sobre una gran hoja y se apresuró a quitar el lodo de su rostro, tomó un respiro apartando de sus ojos su larga y negra cabellera y al detener su desesperada carrera pudo sentir el corazón bombeando sangre frenéticamente hacia cada rincón de su cuerpo, produciendo un sonido que hacía eco en su cabeza como un tambor acelerado, poco a poco fue siendo consciente de sus sensaciones, sintió ardor en su pierna y al mirarla descubrió una herida bastante profunda un poco arriba de la rodilla que había conseguido por el roce de una punteada rama, la cual desgarró junto con su piel la delgada tela del traje.



 Su aguda percepción le hizo dar un salto y ponerse alerta, entre la espesa penumbra escuchó un ruido de hojas y un golpe seco caer sobre un charco, entonces en un movimiento ya mecánico que había utilizado miles de veces, dio un poderoso salto hacia atrás y girando sobre sí mismo en el aire, extendió sus alas, las cuales normalmente majestuosas emanaban la mística luz azulada con la cual quiso iluminar al intruso mas el destello fue tan tenue y efímero como un chispazo apenas suficiente para iluminar los húmedos ojos de un sapo dorado tan común en aquellos bosques y lejos de sostenerse en el aire como de costumbre, se precipitó de espaldas sobre el suelo quedando con los ojos hacia el lluvioso cielo, en el cual tímidamente asomada tras una enorme nube gris la luna iluminó una larga pluma que balanceándose en el aire de la noche fue perdiendo su débil resplandor azulado hasta que se consumió como devorada por un fuego invisible esparciéndose en negras cenizas.



 Suk se incorporó aterrado. Examinó sus alas y observó como el plumaje era escaso y opaco, sólo las plumas más cercanas al cuerpo conservaban su destello aunque no era ni la sombra de lo que fue hacía tan solo unas horas atrás. Su pálida piel se encontraba ennegrecida y no recobró su color aún después de que con desespero lavó la suciedad en sus brazos y rostro. Con la cabeza a punto de estallarle a causa del dolor y de la ira, que aumentaba a cada segundo, se preparó para emprender el vuelo nuevamente. Después de dos largos pasos y un salto agitó con fortaleza sus alas, lo cual lo impulsó con fuerza hacia el lluvioso cielo encontrando de frente las gotas de lluvia que chocaron con violencia contra su rostro; mas con el segundo aleteo algo inesperado sucedió: Sintió desprenderse una de las aún resplandecientes plumas la cual se arremolinó hacia lo alto junto con el aire desplazado y el dolor que recorrió cada centímetro de su cuerpo fue tan intenso que nubló por completo su vista y le hizo caer en picada rodando por una pequeña ladera. Al lograr detenerse y de rodillas se llevó las manos a la cabeza y profirió un grito de dolor y furia que asustó una bandada de aves que se encontraban en un arbusto cercano. Las lágrimas rodaron por el rostro de Suk confundiéndose con el agua de lluvia y el lodo en sus mejillas y en sus dorados ojos se encendió aún más intensa la llama de maldad, tan temida por los de su raza, tiñéndolos por completo de un negro intenso a excepción de un delgado aro dorado que mantuvo en la parte externa de su iris.



 Entonces todo su interior se estremeció al escuchar una vez más aquel monstruoso y ensordecedor ruido, tan cercano como el que había escuchado en su aldea y que había precipitado su huida desesperada, se puso en pie encolerizado, plegó sus alas y se echó a correr evadiendo sin mucho éxito las enormes ramas secas que dificultaban su paso, tropezó y cayó varias veces y aun cuando sus pies descalzos sufrían al pasar por la espinosa vegetación todo su ser se enfocaba en llegar a un sitio seguro en donde pudiera refugiarse y escapar con vida de aquello que aunque no veía podía percibir como cercano, aquello con lo que sin duda soñaría durante el resto de su vida la cual en ese momento no sabía si iba a ser más larga que aquella noche. Apartando brevemente el miedo que nublaba su mente, Suk se percató de que a falta de visión aún podía utilizar sus sentidos restantes, que aunque cada vez más débiles, le sirvieron para sentir la bocanada de aire en su rostro y escuchar el estruendoso ruido del agua estrellándose sobre las piedras al fondo de la gran cascada.



Supo entonces que quizá no todo estaba perdido. Recordó aquella cueva que tantas veces le sirvió como refugio, abrigo o escondite en sus patrullajes por el bosque pero ¿cómo llegar a ella sin sus alas?, ya que recordó que la pequeña entrada se encontraba enclavada en la altísima pared de piedra que rodeaba la cascada, apenas perceptible entre el follaje y los árboles que se las arreglaban para crecer en ese empinado terreno.



 Ensimismado en sus pensamientos, en la elaboración de un plan que lo salvara de esa precaria situación no advirtió la cercanía del precipicio, en cuyo fondo la laguna se asomaba tan serena y hermosa que nadie pensaría en el peligro que ocultaba en sus rocosas riberas, y antes de que pudiera hacer algo para evitarlo se precipitó por la empinada ladera.



 Se aferró infructuosamente al suelo intentando frenar su carrera, mas el resbaladizo terreno, efecto de la lluvia sobre la hierba y la roca, hizo imposible siquiera mermar su velocidad. Continuó resbalando sin control alguno con sus pies y manos sufriendo dolorosos golpes y rasguños debido a las afiladas salientes de las rocas y las ramas de los arbustos. Su velocidad aumentaba tanto que aunque logró tomar en un movimiento reflejo una rama que divisó a su izquierda, esta se rompió debido a la inercia de su acelerado movimiento, haciéndole caer de espaldas sobre una roca unos metros más abajo. El golpe aparte de dejarle sin respiración le hizo rodar aún más por la ladera, hasta que inevitablemente cayó al vacío.



 200 metros abajo el agua de la laguna ya no parecia tan serena como antes, el viento de la noche y las rocas desprendidas agitaban las aguas que se acercaban a Suk a una velocidad vertiginosa. En un último intento de supervivencia extendió con un gran esfuerzo sus ennegrecidas y entumecidas alas, las cuales por efecto de la violenta velocidad del aire le hicieron planear momentáneamente, pero un alto precio.



 Varias de sus ya escasísimas plumas resplandecientes se desprendieron provocando un dolor tan intenso que trajo de a poco un estado de inconsciencia a la mente de Suk. Sus oídos empezaron a escuchar cada vez más lejanos los sonidos, su reducida visión se tornó borrosa y en un momento fugaz, antes de perderse en la niebla de su mente, percibió un sentimiento de calidez recorrer sus cuerpo a la vez que el viento que azotaba su rostro se torno en una suave caricia. Divisó un resplandor azulado saliendo de una pequeña saliente de la pared opuesta y al levantar más su mirada vió el cielo tornarse de un azul plata en la cima de una distante montaña; más allá de la catarata, más allá del bosque, más allá de su país y quizás más allá de lo que llegaría jamás. 
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La seca brisa de una calurosa mañana de abril le alborotaba el cabello, mientras Suk se acomodaba para recostarse sobre el curvado tronco que alcanzó luego de trepar con maestría a aquel centenario higuerón. Colocó sus pies haciendo palanca entre dos ramas que convenientemente crecieron unos centímetros abajo. Se llevó las manos detrás de la cabeza y esbozando una sonrisa dijo para sí mismo:
- Peligroso? qué tiene esto de peligroso? 
El majestuoso árbol creció a través de sus muchos años con una fuerza inusual para su especie, coronando un pico de piedra en el extremo occidental del valle. Ni los constantes regaños de su madre, ni las burlas y murmuraciones de los chicos de su edad, lograron que en Suk mermara el deseo de escalar cada vez más alto en aquel árbol que tanto adoraba. Pasó largas horas de su niñez acurrucado entre sus ramas, las más bajas al principio, pero ahora a sus casi 18 años, se movía con soltura entre las más altas. Lo consideraba su amigo, su confidente, su puerta de escape hacia un mundo en el que anhelaba vivir.
Y es que se identificaba más con él, ya que lo consideraba su igual, eran distintos a los de su especie, como si sus espíritus se negaran a vivir atados al suelo y los arrastrara juntos hacia las alturas, buscando el silencio y el colorido de los cielos, la sensación de grandeza al mirar hacia abajo los verdes y diminutos bosques y sentirse de igual a igual con los picos de las montañas acariciados con ternura por las mismísimas nubes.
 - Que afortunada eres!
- Pensó Suk en voz alta, mientras absorto contemplaba el majestuoso vuelo de un águila, la cual planeaba grácilmente sobre el cañón, volando despacio, como presumiendo la impresionante envergadura de sus alas y el brillo tornasol de sus plumas, las cuales danzantes por efecto del viento causaban un efecto hipnótico. Luego de batir enérgicamente sus alas, rompiendo la monotonía de de su vuelo, giro a su izquierda y por un momento sus pequeños y brillantes ojos se cruzaron con la atenta mirada del joven, el cual no pudo evitar sentirse un poco incómodo y desconcertado.
- Suk!!, Suk! Estuvo a centímetros de perder el equilibrio, lo cual hubiera resultado fatal a la altura en que se encontraba, solo lo salvó su reacción instintiva para tomarse de una rama sobre su cabeza. Miró hacia el cielo buscando el origen de aquella voz que lo llamaba, y solo divisó al águila la cual se alejaba ya confundiéndose con las azuladas montañas del fondo del valle.
- Suk, por amor del cielo baja de allí! Te hemos buscado por horas, mamá está furiosa. - De acuerdo, ya bajo. - Refunfuño mientras se prestaba para iniciar el descenso. - Uno de estos días te vas a matar hermano. - Ya no me regañes, suficiente tengo con la paranoia de mamá. - añadió Suk sonriente dando el último salto. - Además que haríamos en el ritual de esta noche sin el cumpleañero eh? - Ni me lo recuerdes. "


14 comentarios:

  1. Bueno, ya te lo había dicho en Yahoo respuestas, me parece genial, una historia no sólo interesante y atrapante sino también muy bien planteada, no logro encontrarle defectos, y eso que suelo ser muy perfeccionista ^^
    Me fascina la forma en la que describís, me recuerda mucho a los escritos de mi hermano, una persona a la que admiro mucho. Quizás pienses "qué tiene que ver eso conmigo?" Bueno, que admiro eso de vos, las descripciones, algo en lo que yo no soy buena.
    Felicidad y seguí, quiero ver tu avance ^^

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    1. Muchas gracias por tus comentarios, ^_^ saludos cordiales

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  2. hola ke lindo proyecto tienes eres un enkanto al escribir esas lineas komo lo es tu persona¡¡¡¡ y lo mas emocionante ke lei es ke te expresas eres tu uniko.-.-.

    te deseo mucha suerte bezoz..-

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  3. Reitero lo que había dicho antes en Yahoo: Me ha gustado mucho tú historia y me he quedado con los deseos de continuar leyendo y saber más. ¿Publicarás más en este blog? ¿O solo quería mostrar el primer capítulo?
    Continúa como vas, que vas por buen camino. :D
    Saludos

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  4. oye diego soy alejocejov de yahoo tenias razon es diferente me equivoque vi algunos de tus comentarios y creo que eres un buen sujeto asi que lei tu novela y bueno la critica que te hare es constructiva la baso en mi experiencia que modestia aparte por lo menos en el campo de la literatura no es poca tu escrito es bueno y original no obstante creo que a tu estilo le falta un poco mas de reposo y añejamiento un escrito es como un vino entre mas lo guardas mejor se pone y no se tu yo tambien escribo solo que no publico ni hago mencion de ello y apartir de eso te hice el comentario anterior las cosas que escribi hace 4 y 3 años me resultan algo cursis y mal esctructuradas y no trato de ponerte en elñ mismo saco tan solo es una opinion te deseo suerte si me buscas pon un tema de controversia en yahoo y ahi estare

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    1. Gracias amigo por tus observaciones, ese es justo el objetivo que busco al compartir estos a fragmentos, recibir retroalimentacion y los valiosos consejos y criticas que me dan, para avanzar con mas.confianza en.m trabajo

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  5. Buena historia y novela, sigue publicando ^^ Suerte

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  6. Bastante...Disfrutable de leer, me parece muy interesante la lectura. Felicitaciones, que vas por buen camino :D

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    1. Muchas gracias por tu visita, y por tu comentario. Un abrazo!!

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  7. Me pareció placentero y muy apetecible ,es interesante y te deja con un muy buen sabor de boca esta impresionante amigo te felicito y te encomiendo a Dios para que tu trabajo de frutos muy dulces para ti adiós y buena suerte :)

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  8. Me pareció placentero y muy apetecible ,es interesante y te deja con un muy buen sabor de boca esta impresionante amigo te felicito y te encomiendo a Dios para que tu trabajo de frutos muy dulces para ti adiós y buena suerte :)

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